Las cámaras de acción han ganado una gran popularidad en los últimos años., especialmente entre aquellas personas que suelen practicar deportes extremos como el bungee, la escalada, el skateboard, el snowboard, el submarinismo, entre otros. 

Sin embargo, hoy en día no hace falta ser paracaidista ni hacer deporte extremo para apreciar el valor y las múltiples características de las cámaras de acción. Estas han encontrado igualmente el cariño de otros usuarios, de un publico mucho más grande. Nosotros, viajeros, exploradores del cotidiano en búsqueda de inmortalizar viajes, excursiones y experiencias a través de imágenes en movimiento desde perspectivas únicas y originales.

Más allá de su tamaño práctico que permite llevarlas a todos lados y su interfaz simple, el gran publico ha acogido estas cámaras porque tienen un gran angular increíble. Que permite que cada evento se convierta en una escena especial y hace de ellas una adición perfecta al arsenal de todo fotógrafo o viajero.

Extraordinariamente polivalentes y potentes, las cámaras de acción permiten grabar vídeo en 4K en situaciones extremas como por ejemplo la inmersión de hasta diez metros de profundidad.

La marca GoPro se ha convertido en sinónimo de cámaras de acción y cámaras deportivas. Tanto es así que a menudo hablamos de "cámaras gopro" cuando en realidad queremos decir "cámaras de acción", habiéndose convertido la palabra "GoPro" en la fórmula estándar para referirnos a este tipo de productos.

Sin duda alguna, la marca GoPro dio un impulso a las cámaras de acción, pero es necesario saber que no es la única referencia en este tipo de aparatos y hay aspectos en los que la marca ya se ha visto superada por la competencia. No dudes ver más allá, recuerda tener en cuenta tus necesidades antes de la marca del producto.

Sony, GoPro, Garmin, las grandes marcas se han metido al agua y tienen sus propios modelos de cámara de acción, cada una con características propias y precios diferentes. Existen también modelos de fabricantes chinos, que puede que no cuenten con el respaldo de la reputación de las grandes marcas, pero cuyas características pueden equivaler los mejores modelos a precios mucho más asequibles. 

En medio de todas estas propuestas, puede ser complicado comprender las diferencias de cada modelo. Por esto recomendamos que pienses acerca del uso que le vas a dar.

Como usuarios, tenemos tendencia a dejarnos seducir por los valores de resolución de imagen y estabilización publicados por cada modelo. Sin embargo, hoy sabemos que tener más píxeles en el sensor no se traduce en una mejor calidad de imagen.

Los factores importantes que debemos tener en cuenta al momento de escoger nuestra cámara, deben ser más bien:

 
- La compatibilidad con accesorios.

Los accesorios son una parte importantísima a la hora de comprar una cámara deportiva. Desde carcasas herméticas a ventosas para parabrisas o adaptadores para anclar la cámara a un casco o bicicleta, las cámaras de acción están rodeadas de un mundo entero de pequeños accesorios para complementar su utilización.
Muchos fabricantes se han adaptado al sistema de acoplamiento creado por la marca GoPro entre las cámaras y los accesorios dándote una mayor amplitud de opciones para realizar tus tomas.
Asegúrate que sea el caso, o que el tipo de cámara que escojas cuente con los accesorios necesarios para el tipo de tomas que deseas realizar.

 

- La batería.

Fíjate bien en cuánta capacidad tiene cada modelo. Si bien la autonomía es muy variable y dependerá mucho de cómo grabes tus vídeos o la utilización que le des a la cámara, (Full HD o HD, WiFi o no) es un factor importante al momento de la compra.

Por ejemplo una batería de 1200mAh nos ofrecerá grabación durante aproximadamente dos horas a máxima calidad, alargando la duración si desactivamos prestaciones como el WiFi o grabamos a una calidad más modesta.

 

- Micrófono.

Todas las cámaras vienen con micrófono incorporado pero no todas captan el sonido igual de bien. Asegurarte de que el viento no sea lo único que se escuche en tus fabulosos vídeos.

Otros detalles que debes tener en cuenta incluyen la apertura del lente, los artificios de compresión o el tipo de memoria que utiliza.