PARASOL:
El parasol es un accesorio principalmente de plástico que se acopla al objetivo de las cámaras fotográficas para protegerlo de la incidencia directa del sol sobre el lente.
Existen en el mercado diferentes modelos ya sea de tulipán, rígido bayoneta o redondo plegable. En todo caso su instalación y modo de uso son bastante sencillos, pues solo es necesario enroscarlo en el extremo frontal del objetivo y ya estará listo para trabajar. Recuerda que no es necesario apretarlo mucho al instalarlo para evitar daños a la rosca frontal del objetivo ajustarlo es suficiente para que cumpla su función de proteger al lente de los rayos de luz o eventuales golpes.
Sin embargo, este no es el único uso que se le da a este accesorio, la mayoría de los fotógrafos profesionales lo usan permanentemente, de día, de noche e inclusive para tomas en el interior de su estudio, pues el parasol evita la interferencia de cualquier rayo directo de luz externa sobre el lente de nuestra cámara que podría contaminar la imagen final.
Mediante el uso de este accesorio se puede evitar que el “Efecto Flare” genere esos pequeños círculos de luz (También conocidos como “halos”) que pueden arruinar nuestras fotografías, ya sea en el exterior con la luz solar, o en un interior, donde las diferentes luces existentes estén dirigidas de manera a crear este efecto en nuestra toma. También puede evitar imágenes lavadas, con poco contraste o excesivamente iluminadas, faltas definición, pues todo esto puede ser consecuencia del mismo impacto directo de la luz sobre el lente.
Por otro lado, el parasol también puede proteger nuestro lente de cualquier tipo de golpe, roce o rayón. Y en situaciones de lluvia ligera o nieve evita que caigan gotas sobre el lente que puedan arruinar la imagen.
El parasol tipo tulipán es el más conocido, pues es el más fácil de usar y universalmente compatible con varios tipos de objetivos. Muchos fotógrafos lo consideran como el accesorio ideal para lentes telefoto o lentes gran angular, pues no obstruye el campo de vista ni crea ‘manchas negras’ o sombras en los bordes de la fotografía. Además, también es conocido por su practicidad, pues sólo con enroscarlo sobre nuestro objetivo podremos empezar a usarlo, y cuando no sea necesario usarlo es posible darle la vuelta e instalarlo al revés, así nunca se te perderá y tampoco ocupará espacio suplementario el maletín cuando se guarde la cámara para transportarla.
Por otro lado, el parasol rígido tipo bayoneta es ideal para teleobjetivos, pues es más efectivo al evitar que los rayos de luz impacten directamente el lente, y se ajusta con la visión del lente, es decir, no interfiere en la fotografía. Es más eficiente al proteger el objetivo de la cámara de lluvia o nieve evitando que alguna gota pueda arruinar la foto o incluso el mismo objetivo.
Mientras que el redondo plegable gracias a su flexibilidad se puede ajustar (Plegar o desplegar) según la cantidad de luz que exista en el medio. Para su instalación es recomendable ponerlo completamente doblado.
Es indispensable conocer el diámetro frontal exacto del lente antes de adquirir cualquier tipo de parasol para que este se ajuste correctamente al objetivo de nuestra cámara y así no tener ninguna clase de problema; para obtener esta medida se debe medir el frente del lente con un metro o regla y la medida de la rosca interna es el diámetro. También viene marcado en la mayoría de lentes seguido por el signo ø.