Los trípodes son una herramienta fundamental para la fotografía de cualquier tipo, pero el cabezal de los mismos es aún más importante, pues se presentan en una gran variedad de formas, tipos y tamaños, cada uno de ellos enfocado a un tipo de fotografía en especifico.

Algunos cabezales son de un uso muy sencillo y tiene como función única mantener la cámara inmóvil en una posición determinada. Otros tienen muchas otras piezas y funcionalidades útiles para permitir a fotógrafos o videografos que lo necesiten una mayor precisión en cada movimiento de la cámara.

Por lo general, los cabezales cuentan con un plato de extracción rápida útil para retirar la cámara del trípode en un solo movimiento para evitar perder tiempo entre las diferentes tomas, y también, varios niveles de burbuja por ejes para tener un control independiente sobre cada parte del cabezal y así, realizar el encuadre perfecto.

En el mercado se encuentran gran cantidad de variantes, algunas de las cuales incluyen controles adicionales o giro panorámico en su base.

Los cabezales de bola o rótula son el tipo más sencillo de cabezal. Su uso es bastante sencillo, pues con un único botón es posible bloquear o liberar la posición de la cámara y permitir que esta rote sobre un eje gracias a un sistema de bola. La mayoría cuentan con un control de fricción regulable que evita que al soltar el bloqueo la bola quede totalmente libre, lo que podría causar que la cámara se caiga, causando daños en el equipo.

Encontramos también los cabezales rotulas tipo Joystick, con los que a través de un gatillo de puede ajustar el sistema de bloqueo de una forma mucho más ágil.

Los cabezales 3D, son conocidos así gracias a que cuentan con tres mangos independientes para manejar cada uno de los 3 ejes y lograr un control total sobre el encuadre. Son considerados como los cabezales ideales para realizar macrofotografía, o para la utilización de lentes telefotos muy grandes, pues en estos casos el mínimo movimiento puede arruinar el encuadre o enfoque de la foto y gracias al control que ofrece este cabezal es posible suprimir completamente los movimientos.

Muy parecidos a los cabezales 3D, los cabezales de cremallera también son recomendados para macrofotografía, y teleobjetivos. Lo que los diferencia es que, los tipo cremallera además de contar con tres mangos, cuentan con unas perilla de movimiento milimétrico, que permite ajustar el movimiento y la posición de cada eje con mayor precisión. Sin embargo, suelen ser muy pesados, por lo que su transporte puede resultar un poco incómodo.

Los cabezales 2D son comúnmente utilizados para realizar vídeos, pues se centran en el control de fricción sobre los ejes horizontal y vertical, lo cual evita el desequilibrio de la imagen, obteniendo movimientos más fluidos. Sin embargo es muy difícil conseguir una posición de retrato con estos cabezales.

Los cabezales panorámicos, están especialmente orientados a la toma de fotografías en serie para la creación de vistas panorámicas. Cuentan con varios extras y rieles que permiten tomar una secuencia de fotografías con un centro, creando una perspectiva circular perfecta. Por lo general, también poseen instrumentos de medición para poder realizar un ajuste con una precisión absoluta y realizar cambios de angulación uniformes en todas las tomas. 

Con respecto a la fotografía astronómica, o cuando se esté usando un teleobjetivo muy grande o pesado, se recomienda el uso de un cabezal tipo Gimbal. Este funciona como una especie de balanza, en la cual, al momento de poner la cámara sobre ella, encuentra el centro de gravedad de la cámara para equilibrar totalmente el peso, evitando que el trípode pierda su estabilidad. El sistema de la balanza permite igualmente girar la cámara con mucha precisión y facilidad. Este cabezal es conocido por las funciones y la seguridad que ofrece.

El propósito de todo cabezal es facilitar la labor del camarógrafo.