Slider y Dolly

Para lograr tomas con desplazamiento uniforme y fluido se usan dos tipos de accesorios, dependiendo de las necesidades del realizador, se trata del “Slider” y el “Dolly”. El primero es sencillo y uno de los más valorados en el mundo, su funcionalidad es simple y generalmente son productos más económicos, incluso fáciles de fabricar en casa. El segundo tiene un uso más profesional, permite giros y movimientos más complejos.

 

Los Slider, como su nombre lo indica, son unos carros que se deslizan sobre rieles rectos y de longitud corta, su uso es mayoritario en cámaras réflex y existen tanto manuales como motorizados; los últimos permiten movimientos más uniformes y constantes. Estos, dado su tamaño, no necesitan de un operador montado sobre este producto, sólo alguien a cargo de sus movimientos. Los rieles se colocan, bien sea sobre superficies uniformes o sobre varios trípodes, uno en cada extremo para lograr la altura deseada de los registros visuales.

 

Por otro lado, para equipos medianos y gran tamaño, profesionales o no, durante una filmación se usa el soporte “Dolly”. Este es un término acuñado hace décadas en Hollywood para nombrar a las bases con ruedas que se utilizan desde entonces hasta hoy para transportar los equipos mientras se realiza una filmación, ya sean cámaras, luces o micrófonos.

 

Este objeto cuenta con gran variedad en sus modos de uso, tipos y movimientos. En el mercado se ofrecen diferentes opciones de este producto para lograr los desplazamientos de acuerdo a las necesidades y recursos de los usuarios. Sus dos estilos más importantes y notorios son los que van sobre rieles (también conocidos como “traveling”), que se caracterizan por su desplazamiento sobre esa superficie, que permite movimientos más lineales y curvas más radiales; y por otro lado, aquellos que se movilizan sobre el suelo (su nombre técnico es “dancefloor moves”, pista de baile en castellano), permitiendo una movilidad más libre y compleja, pero esto sólo se lograra si se realiza sobre una superficie plana.

 

Sus tipos se clasifican en Dolly de estudio y ligeros. Los de estudio son más grandes y estables, algunas veces cuentan con suspensiones hidráulicas para evitar cualquier riesgo de movimientos bruscos en la o las tomas. Estos son motorizados y son operados por un maquinista. Se usan tanto en estudio como en exteriores. Esta es la opción más aconsejable para el uso de cámaras profesionales, por sus características tecnológicas además de su tamaño y peso. Es el ideal para hacer el mismo movimiento de cámara en distintas tomas, también para lograr mejores “timelapses” con giros o desplazamientos de cámara, dado que sólo con estos se logra hacerlo de manera uniforme y precisa.

 

Mientras tanto, los Dolly ligeros son más livianos y económicos. Estos son los más usados en la actualidad, dada la proliferación de productores en todo el mundo gracias a las innovaciones tecnológicas. Estos se aconsejan para el uso de cámaras de menor peso que las profesionales. A menudo son la mejor opción para cineastas independientes y aficionados. No siempre cuentan con un espacio para el operador y quien lo maneja debe caminar a su lado, dado el caso. También existen soportes con ruedas para los trípodes, de esta manera se suple esta necesidad de manera aún más económica.

Estos productos ofrecen miles de opciones para la realización de piezas fotográficas y fílmicas. Sus alcances dependerán del ingenio de quien lo opere. También pueden combinarse y ser aprovechados de manera eficaz. Son de los objetos más sencillos en cuanto a su función en esta disciplina, sin embargo, son de los más útiles, necesarios y demandados por todo lo que se puede lograr con ellos.