Controles disparadores

Cuanto más una persona se adentra en el mundo de la fotografía, descubre nuevas técnicas  y  nuevos accesorios que le pueden ayudar a mejorar la calidad de sus proyectos. A medida que se avanza, las producciones de todo fotógrafo o producto audiovisual tienden a mejorar y a encontrar nuevas posibilidades, también nuevas necesidades, una de ellas es la de los controles disparadores.

Los controles disparadores, conocidos también como shutters o triggers son accesorio de gran ayuda en diversas situaciones. Son capaces de disparar uno o varios flashes y luces de estudio u obturaciones simultáneamente. Fáciles de encontrar y asequibles en el mercado, existen en varias marcas y con diferentes compatibilidades, se encuentran múltiples tipos y calidades. Sin embargo su funcionamiento es sencillo y directo.

Bastante sencillos de cargar a todas partes, por su tamaño y peso son un accesorio que no puede hacer falta dentro del equipo de cualquier fotógrafo y de gran ayuda en diversas circunstancias. Existen tres tipos de disparadores: Con cable, inalámbrico y con cable con intervalómetro.

El más sencillo de los tres es el disparador con cable, cuenta con botones de mando y va conectado a la cámara, funciona igual que el botón de disparo de la cámara o flash. Ayuda a eliminar las vibraciones causadas por la presión de la mano sobre el cuerpo de la cámara. Esto es particularmente útil en tomas de larga exposición o macrofotografía.


El disparador inalámbrico es igualmente sencillo y fácil de usar, con la única diferencia de funcionar sin la necesidad de cables conectados al equipo; se sincroniza por medio de infrarrojo o frecuencias de radio.

Finalmente, el disparador de cable con intervalómetro, además de contar con un botón de disparo, tiene una pequeña pantalla donde es posible programar la cámara para tomar una sola foto o varias a intervalos regulares, lo cual resulta útil a la hora de realizar fotografías circumpolares o time lapses. Por otro lado, algunos en de estos controles cuentan con la opción “hold”, que bloquea el botón de obturación y no será necesario presionarlo todo el tiempo en el que se captura la imagen.

Se utilizan frecuentemente para tomar autorretratos y fotografías de larga exposición como el lightpainting. También en esos casos en que la composición de la imagen debe ser muy detallada y cualquier roce o vibración puede arruinarla por completo, como sucede a veces cuando se obtura con el botón incorporado a la cámara y queda el movimiento en la fotografía. Además son comunes en macrofotografía, fotografía de naturaleza, HDR y bracketing.

No todas las cámaras son compatibles con estos accesorios, ya que de una marca a otro los modelos varian y puede que cuenten con conectores en su cuerpo o con puertos infrarrojos u otras tecnologías inalámbricas.

Respecto al manejo de luces, al trabajar en un estudio fotográfico, generalmente se cuentan con muchos flashes a lo largo y ancho del lugar, esto resulta muy incómodo al tener que estar configurando cada uno de ellos cada vez antes de realizar una toma diferente. Pero gracias a los controles disparadores, esto ya no será un inconveniente, pues por medio de uno de estos dispositivos es posible configurarlos y sincronizarlos todos a la vez.  

Sin embargo, este accesorio también tiene desventajas. La mayoría de los controles no cuentan con la opción de pulsar el botón hasta la mitad para enfocar. En cuanto a los inalámbricos, a veces este necesita estar en una posición frente al sensor de infrarrojos de la cámara o las luces, lo que restará movilidad. Por esto existen hoy en día modelos inalámbricos con señal radio o wifi.

Este sencillo aparato es indispensable para lograr mejores trabajos, ya que brinda mayores posibilidades y una gran variedad de opciones a la hora de realizar una toma o fotografía.