Los filtros Macro Close Up son ideales para la macrofotografia, es decir fotografiar objetos pequeños y centrarse en los detalles. Se instalan directamente a la extremidad del lente de nuestra cámara y funcionan como una lupa ampliando aún más la imagen que vemos al usar un valor de dioptrías más alto.

Existen filtros Close-Up con diferentes valores de dioptrías por ejemplo +1, +2, +4, o +10, cada una permite un acercamiento diferente. De esta forma podemos evaluar la distancia y utilizar el filtro adecuado para capturar imágenes altamente detalladas.

Los filtros cuentan con un diseño de doble rosca, lo que permite usarlos con otros filtros, es decir, es posible utilizar más de un filtro macro, adicionando sus medidas de acercamiento para fotografiar sujetos aún más pequeños sin perder la calidad de la imagen o de acoplarlos con otro tipo de filtro, como UV o polarizador entre otros, para mejorar los resultados de la toma.

Estos filtros son compatibles con casi todas las cámaras, pues existen en una gran variedad de medidas que hacen que sean compatibles con la mayoria de los lentes en el mercado. Son económicos, livianos, fáciles de instalar y de transportar.

Al momento de usar estos filtros es recomendable usar un ISO bajo para lograr una mayor calidad en la fotografía, pues si configuramos un ISO más alto es mucho más probable que aparezcan vibraciones o "ruidos digitales" que arruinen nuestra toma. Teniendo en cuenta que esta configuración también dependerá de la cantidad de luz externa que ingrese al sensor de nuestra cámara, un ISO alto puede ser ideal en condiciones de poca luz, pero esto puede causar pérdida de calidad en la foto. Cada situación es única, y los filtros se adaptan a ellas. 

Estos filtros son una de las alternativas más económicas y sencillas de usar para lograr una fotografía macro, además tienen una ventaja sobre los anillos inversores en cuanto a su facilidad de uso, pues no es necesario desmontar o cambiar el objetivo, sólo hay que acoplarlo al mismo. Lo que disminuye el riesgo para el lente que se puede caer o ensuciarse al invertirlo.

Otra ventaja sobre los anillos inversores es que estos filtros no impiden la entrada de luz al sensor de nuestra cámara, por lo que no es necesario ampliar el tiempo de exposición, y además no arruinan la nitidez de la fotografía.

Se pueden usar con el modo de autoenfoque (AF) y también permiten ajustar la apertura del diafragma del lente. Igualmente, no se corre el riesgo de arruinar el lente, pues al invertir nuestro objetivo la exposición de la parte interna del mismo puede dañarlo, pues esto está pensado para estar protegido en la parte interna de la cámara.

Siempre es recomendable el uso de un buen trípode que garantice la ausencia de movimiento y vibraciones que puedan arruinar nuestra fotografía, ya que con los aumentos también crece la posibilidad de que una de estas vibraciones, por mínima que sea, dañe nuestra toma.

Por las mismas razones, se puede beneficiar del uso de un disparador remoto o de cable, pues la presión sobre el disparador de la cámara también puede causar vibraciones indeseadas que dañan el enfoque o encuadre de nuestra foto; por ejemplo, un intervalometro nos permite configurar el número de tomas que deseamos hacer y la duración entre ellas sin necesidad de manipular el disparador directamente.