La macrofotografía es uno de los estilos más impresionantes en la fotografía, es la fotografía de sujetos cuyo tamaño de captación es igual o superior al de nuestro sensor. Gracias a ella podemos apreciar detalles de nuestro alrededor que no son perceptibles a simple vista, básicamente, esta técnica nos permite contemplar la belleza de las cosas pequeñas que nos rodean. En este tipo de fotografías se puede apreciar que el sujeto u objeto central resalta completamente en la foto, además, se puede ver en su tamaño real o incluso en un tamaño más grande.
Pero para lograr una fotografía de este tipo, es necesario contar con un equipo especializado. Aunque la mayoría de las cámaras en la actualidad cuentan con una función "Macro" que permite tomar fotos a objetos de cerca, la verdad es que esto no alcanza a ser una macrofotografía en su totalidad. Para lograr una foto de este tipo la mejor opción es contar con un lente especializado con la distancia mínima de enfoque adecuada para el macro.
Un objetivo macro permite captar objetos que se verán "muy grandes" en la fotografía final, esto puede ser en su tamaño real o incluso más grande, aunque en el ojo humano se vean diminutos; esto es básicamente la macrofotografía.
Asimismo, el sistema de enfoque automático (AF) de nuestras cámaras cuenta con varias opciones de funcionamiento que la mayoría de personas desconoce (One shot, Al Focus y Al Servo), y gracias a ellos podemos perfeccionar la forma en que este sistema trabaja. El modo ONE SHOT es el recomendado para este estilo de fotografías, pues en este la cámara bloqueará automáticamente el enfoque una vez determinado facilitando la toma a objetos sin movimiento.
Uno de los principales problemas que se presentan a la hora de tomar una fotografía macro es la falta de luz, y aunque el uso de un flash parecería ser una fácil solución, no siempre es la mejor, pues generalmente este crea sombras sobre nuestro objetivo que arruinan la toma.
Y es por esto que se recomienda el uso de dos flashes (Uno principal y uno secundario) ubicados en los laterales del sujeto de la foto, o también, un flash de anillo o "Ring flash" que se coloca en la parte frontal del objetivo y producen una iluminación homogénea y sin sombras, siendo el más adecuado para flores y mariposas.
Sin embargo, existen otras alternativas más accesibles y sencillas de usar para lograr una fotografía macro, una de ellas son los filtros macro close up, que se instalan directamente sobre el objetivo de nuestra cámara y funcionan como una lupa ampliando aún más la imagen que vemos al usar un filtro con valor de dioptrías más alto.
Estos filtros son una buena opción por su gran facilidad de uso, pues no es necesario desmontar o cambiar el objetivo, sólo hay que acoplarlo al mismo; además, su peso y tamaño es mínimo, facilitando también su almacenamiento y transporte.
Además, estos filtros no impiden la entrada de luz al sensor de la cámara por lo que no es necesario ampliar el tiempo de exposición, y además no arruinan la nitidez de la fotografía.
Otra alternativa para tomar macrofotografías son los anillos inversores. Estos permiten (como su nombre lo indica) invertir nuestro objetivo no macro y así lograr un buen acercamiento al sujeto de nuestra toma.
Si invertimos nuestro lente objetivo es posible acercarnos más al objeto a fotografiar y de este modo, que el tamaño que éste ocupe en el sensor sea mayor. Esto se da gracias a que los objetivos suelen estar construidos para que, de algún modo enfoquen al infinito óptimamente, así que al darles la vuelta también se invierte esta cualidad.